Llegó la temporada invernal y con esta las bajas temperaturas. Durante esta etapa del año, las personas son más propensas a sufrir enfermedades respiratorias, aumentar de peso e incluso sufrir depresiones y más cuadros de estrés.
Se deben maximizar las medidas de cuidado y estar alertas ante posibles síntomas especialmente en bebés, niños, embarazadas y adultos mayores, ya que son los más vulnerables a este tipo de afecciones.
Por esta razón, compartimos algunos consejos para sobrellevar de mejor manera la temporada de frío que ya comenzó:
1- Mantener los hábitos de higiene personal
La pandemia por el covid-19 resaltó la importancia del lavado de manos y la ventilación de los ambientes. Los meses de invierno proporcionan las condiciones óptimas para la propagación de virus por lo que es clave reforzar estas prácticas. En primer lugar, porque pasamos mucho más tiempo en espacios cerrados, lo que hace más probable que compartamos aire (y microbios) con otras personas. Esto aumenta notablemente las posibilidades de infección.
Además, cuando encendemos la calefacción el ambiente se reseca y provoca que disminuyan las capas de mucosa las vías respiratorias que sirven de barrera.
2- Controlar el funcionamiento de estufas, braseros y salamandras que encendemos más frecuentemente en invierno
En un ambiente con una concentración de oxígeno escasa o insuficiente, cualquier artefacto que utilice material combustible (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos) puede producir monóxido de carbono cuando se quema en forma incompleta.
Por esta razón, es fundamental mantener los ambientes bien ventilados y no dormir con estos artefactos encendidos, entre otras precauciones a tener en cuenta.
3- Aplicarse la vacuna antigripal
La vacuna reduce las complicaciones, hospitalizaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus influenza. Esta es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa. Por lo general, la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico pero puede ocasionar graves complicaciones, incluso la muerte, a personas de 65 años y más, niños pequeños, personas gestantes y personas con enfermedades o condiciones crónicas (como cardíacas, respiratorias, renales, inmunosupresión, cáncer, trasplante, obesidad y diabetes).
4- Aumentar la ingesta de vitaminas
Es importante consumir sobre todo vitaminas A, C Y D, que poseen por ejemplo los cítricos, verduras de hoja, lácteos, etc. Por otro lado, la vitamina A evita la resequedad del cutis y las grietas en los labios. Por su parte, la vitamina C ayuda a aumentar las defensas y a prevenir resfriados.
5- Reforzar el cuidado de la piel
Durante esta época del año, la piel lucha contra los efectos del frío y los cambios bruscos de temperatura. Para afrontar estas variables es aconsejable estar pendientes de hidratar, proteger y nutrir la piel para evitar descamaciones, paspaduras y grietas.
A su vez, los rayos de sol también pueden provocar quemaduras en la piel en invierno, especialmente a aquellos que practican deportes invernales o al aire libre o en lugares con alto reflejo de los rayos del sol (como agua y nieve). Por eso, es necesario aplicar protección solar con altos índices de protección UV (ultravioleta) en las zonas de la piel que no se encuentren cubiertas por la ropa.
A las recomendaciones previamente enumeradas, podemos agregarle otras que permitirán prevenir y evitar la transmisión de infecciones respiratorias. En primer lugar, cubrirse la boca al toser y estornudar. En segundo lugar, utilizar varias capas de ropa y cubrir especialmente la boca, nariz y orejas con cuellos altos o bufandas. En tercer lugar, tomar abundante agua y bebidas calientes.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación