Los trastornos del sueño tienen serias implicancias en la vida diaria y sus síntomas son: agotamiento, bajo rendimiento, sueño diurno y problemas para cumplir con las actividades profesionales, familiares o sociales, insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido y apneas del sueño, síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo.
Síntomas de los trastornos del sueño
Al haber diferentes trastornos, hay síntomas específicos de cada uno.
- Piernas inquietas: incómodas y dolorosas parestesias (sensación de hormigueo) en el interior de las piernas, movimientos espontáneos e incontrolables.
- Sonambulismo: caminar de modo semiinconsciente dormido.
- Terrores nocturnos: episodios de terror con gritos y agitación, a veces acompañados de sonambulismo.
- Insomnio: dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos o fin prematuro del sueño.
- Hipersomnia: aumenta un 25% el sueño habitual.
- Narcolepsia: crisis reiterada de sueño durante la vigilia.
- Ronquido y apneas del sueño: obstrucción de la faringe que no deja pasar el aire.
¿Cuáles son las causas?
En ocasiones, los trastornos del sueño aparecen como efecto de otras enfermedades. Y constituyen factores de riesgo para la aparición de otras patologías.
- En el caso del insomnio, la ansiedad, el hipertiroidismo, las enfermedades psiquiátricas o las que producen dolor son sus causas más comunes.
- En la hipersomnia, las causas pueden asociarse a ansiedad o depresión grave, abuso de hipnóticos o apnea del sueño.
- Por su parte, el ronquido se produce por la obstrucción mecánica temporal de las vías respiratorias altas, más frecuente en varones a partir de los 40 años, especialmente si padecen obesidad. En muchos casos se acompaña de apneas obstructivas del sueño.
- En la narcolepsia, la causa puede ser una hipersomnia crónica en edad temprana.
- El bruxismo se debe al estrés emocional y las interferencias oclusales.
- Las piernas inquietas pueden tener su causa en la anemia ferropénica, la insuficiencia renal crónica, la diabetes mellitus o la enfermedad de Parkinson.
- También algunos fármacos como los sedantes, antihistamínicos, neurolépticos o antidepresivos pueden agravar los síntomas.
Diagnóstico
El correcto diagnóstico y tratamiento de los pacientes que presentan alguna alteración en el sueño necesita un enfoque desde distintas especialidades médicas. Para su correcto diagnóstico se precisa la realización de una polisomnografía o prueba del sueño con registro simultáneo de vídeo; que consiste en el registro durante la noche de las variables fisiológicas como el electroencefalograma, flujo nasal, saturación de oxígenos y frecuencia cardiaca. Estos estudios permiten conocer la estructura del sueño del paciente para poder diagnosticar su trastorno.
Fuente: https://www.cun.es/