Se conoce como accidente cerebrovascular (ACV) a la afección causada por la pérdida súbita de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el derrame de sangre (hemorrágico) en determinadas áreas de la cabeza. Es considerada la segunda causa individual de muerte en países desarrollados, después de la cardiopatía isquémica. Además es la principal causa de discapacidad en el adulto, con un casi 50% de pacientes que sobrevivieron, pero que son dependientes o requieren asistencia por tiempo prolongado.
Es clave prestar especial atención al momento en que comenzaron los síntomas para poder identificar que es un ACV. Ya que el tratamiento es más eficaz cuando se administra inmediatamente después del evento.
Para saber que es un ACV, los signos y síntomas del accidente cerebrovascular incluyen:
- Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo.
- Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna.
- Problemas para ver en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza súbito y grave, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o alteración del conocimiento.
- Problemas para caminar y pérdida del equilibrio.
¿Qué hacer?
Buscar atención médica de inmediato, llamando a emergencias o acudiendo rápidamente a un centro hospitalario. Es fundamental la acción rápida y así se tendrá un mejor pronóstico en el tratamiento de las posibles consecuencias. No esperar a ver si los síntomas desaparecen. Cada minuto cuenta.