En Argentina, las celebraciones de fin de año se caracterizan por reuniones familiares, mesas abundantes y tradiciones culinarias que incluyen platos contundentes, postres y bebidas. Si bien estos momentos son una oportunidad para compartir, también pueden exponer a muchas personas a un problema frecuente pero poco hablado: el atracón de comida durante las Fiestas.
¿Qué es un atracón?
Un atracón no es simplemente “comer mucho en una comida”. Desde un enfoque nutricional y médico, se define como un episodio en el que se ingiere una gran cantidad de alimentos en un período corto de tiempo, acompañado de una pérdida de control sobre lo que se está comiendo. Estos episodios suelen generar malestar físico y emocional después de la ingesta.
En nuestra cultura gastronómica es común minimizar el atracón durante las fiestas, considerándose “normal” o “parte de las celebraciones”. Sin embargo, repetir estos comportamientos puede tener consecuencias a largo plazo tanto físicas como psicológicas.
Factores que lo Desencadenan
- Ambiente social y emocional: Las reuniones familiares pueden provocar estrés, ansiedad o emociones difíciles de gestionar, lo que lleva a buscar consuelo en la comida.
- Disponibilidad de alimentos abundantes y variados: La tentación de tener todo al alcance fomenta la ingesta sin control.
- Restricciones previas: Saltarse comidas durante el día para “guardar espacio” para la cena suele aumentar el riesgo de comer en exceso más tarde.
- Presión cultural: Frases como “comé, que es sólo una vez al año” refuerzan el hábito de comer de más como algo inevitable o aceptado socialmente.
Impacto en la Salud
- A corto plazo: Malestar digestivo, acidez, pesadez estomacal y fatiga.
- A largo plazo: Si los atracones son recurrentes, pueden relacionarse con problemas como sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial y trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
Además del impacto físico, es importante considerar las emociones negativas que acompañan a estos episodios: culpa, vergüenza o frustración, que pueden generar un círculo vicioso difícil de romper.
Recomendaciones para Evitar el Atracón durante las Fiestas
- Evitar las restricciones extremas previas: Realizar comidas equilibradas a lo largo del día, incorporando frutas, verduras y proteínas magras, ayudará a llegar a la celebración con menos ansiedad y hambre.
- Escuchar al cuerpo: Reconocer las señales de saciedad es clave. Comer despacio y saborear cada bocado permite disfrutar sin perder el control.
- Gestionar el aspecto emocional: Identificar emociones como el estrés o la incomodidad antes de recurrir a la comida. Conversar, buscar espacios de relajación o realizar actividades placenteras son alternativas saludables.
- Servirse porciones moderadas: Es posible probar distintos platos sin excederse. Utilizar platos más pequeños puede ayudar a controlar las cantidades.
- Respetar el bienestar propio: No ceder ante presiones externas del tipo “comé un poco más” o “está mal que te sirvas tan poco”. Cada persona tiene sus propios límites y necesidades.
Tips para un Fin de Año Saludable y Equilibrado
- Planificar las comidas: No saltear comidas durante el día. Realizar ingestas ligeras y balanceadas que incluyan frutas, verduras y proteínas magras ayuda a mantener el control y evitar el hambre excesiva.
- Controlar las porciones: Servirse cantidades moderadas de cada plato permite disfrutar sin excederse. Usar platos más pequeños es una buena estrategia.
- Optar por opciones saludables: Priorizar carnes magras, ensaladas frescas y guarniciones al horno en lugar de frituras. Incorporar alimentos ricos en fibra, como vegetales y legumbres, favorece la digestión y la saciedad.
- Moderar el consumo de alcohol: Limitar las bebidas alcohólicas, ya que aportan calorías vacías y pueden estimular el apetito. Alternar con agua o bebidas sin azúcar ayuda a mantenerse hidratado y a moderar el consumo.
- Mantenerse activo: Aprovechar los días festivos para realizar caminatas o actividades al aire libre. Esto ayuda a compensar los excesos y promueve el bienestar físico y mental.
- Prestar atención a las señales de saciedad: Comer despacio y con atención, reconociendo cuándo el cuerpo ha tenido suficiente alimento.
- Cuidar las emociones: Identificar si la comida está actuando como una vía para manejar emociones difíciles. Conversar con seres queridos, practicar técnicas de relajación o buscar apoyo profesional puede ser clave.
En conclusión
Mantener el equilibrio durante las fiestas no significa privarse, sino aprender a disfrutar con moderación y a escuchar las necesidades del cuerpo. Cuidar la relación con la comida es parte fundamental del bienestar y nos permite recibir el nuevo año en armonía tanto física como emocionalmente.
Si los atracones se vuelven frecuentes o difíciles de controlar, consultar con un médico nutricionista o un profesional de la salud mental puede marcar la diferencia.