Bloqueador, protector y bronceador solar no son lo mismo. Conocer las diferencias entre estos productos resulta indispensable para cuidar correctamente nuestra piel.
Aunque el sol aporta diferentes beneficios a nuestra salud como el desarrollo de la vitamina D y la producción de serotonina, es de vital importancia no exponernos a sus rayos en exceso y mucho menos sin protección alguna, ya que esto puede ser perjudicial para nuestra piel y salud en general.
Los protectores y bloqueadores solares son los mejores aliados para evitar los daños ocasionados por dicha exposición. Sin embargo, es común que se genere confusión a la hora de adquirir estos productos, ya que muchas personas tienden a pensar que son lo mismo, o no distinguen cuál es la diferencia entre uno y otro.
A continuación, se definen las características principales de estos elementos de forma breve y sencilla:
- Protector solar: Es un producto que está hecho a base de químicos que absorben la radiación solar para evitar que nuestra piel se dañe. Suelen ser transparentes e invisibles al aplicarlos sobre la piel, lo que hace que se difuminen con una mayor rapidez. Brindan protección contra los rayos UVB, pero no todos ofrecen protección contra los rayos UVA. No son recomendables para personas con enfermedades de piel y necesitan un tiempo de acción antes de la exposición al sol.
- Bloqueador solar: También llamado pantalla solar, es un producto que refleja los rayos del sol. Generalmente son espesos, es decir, suelen dejar una película blanca sobre la piel. No es necesario dejarlos actuar con antelación y en general son aptos para todo tipo de piel.
En resumen, los protectores solares generan una protección química para nuestra piel, mientras que los bloqueadores solares son una barrera física.
Es importante aclarar que ningún producto es capaz de proteger la piel al 100%, ya que todos los fotoprotectores dejan pasar algo de radiación UV, incluso los de protección extrema, pantallas solares o “protección total”. Sin embargo, obtener la máxima eficiencia que nos pueden ofrecer este tipo de productos depende de su uso adecuado y los cuidados complementarios.
Otra cuestión a tener en cuenta es que no todas las personas necesitan el mismo tipo de protección. Las pieles más oscuras tienden a resistir mejor la radiación solar, mientras que las más claras se broncean y dañan más rápidamente.
¿Es mejor un protector de SPF 100+ que uno de SPF 50+?
La respuesta es NO. En realidad la diferencia es mínima, aproximadamente de 1%. Por lo que un SPF 80+ sirve IGUAL que un SPF 50+. Por otra parte, el SPF solo hace referencia a los rayos UVB, y si no dice que es “Amplio Espectro” o no dice que protege contra rayos UVA, sigue siendo una protección insuficiente.
El proceso inverso:
En la otra vereda se encuentran los bronceadores, cuya función es acelerar el bronceado de la piel y obtener un color más intenso. ¿Pero cómo funcionan? Estos potencian la síntesis de la melanina cuando la radiación solar incide sobre la piel. Para ello incluyen extractos vegetales ricos en carotenos, que sean humectantes y contengan vitaminas. En este caso, es importante aclarar que no todos los bronceadores tienen un factor de protección solar, aunque es recomendable utilizar aquellos que sí posean al menos una mínima protección. A su vez existen los autobronceadores, que reaccionan a partir del contacto con los queratinocitos, células de la epidermis que producen queratina, para formar compuestos coloreados que tiñen la piel. Estos productos no estimulan la producción de melanina pero tampoco son maquillajes.
De todos modos, es importante saber que la exposición a la radiación solar o a la luz ultravioleta artificial, sin protección y por un tiempo prolongado, puede alterar o lesionar la piel.
Los protectores y bloqueadores son elementos que ayudan prevenir las quemaduras, el fotoenvejeimiento y las lesiones en la piel pero también es clave practicar otros buenos hábitos como cubrir las zonas más expuestas del cuerpo, utilizar sombreros de ala ancha, evitar la sobreexposición al sol e hidratarse.
En el caso de la piel de los adultos mayores, la exposición al sol debe limitarse aún más y el uso de protectores y bloqueadores debe ser constante. Además no se recomienda el uso de bronceadores.
¿Necesitás bloqueador o protector solar para este verano?
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