“La hepatitis no puede esperar”
El 28 de julio de cada año se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis para concientizar sobre las hepatitis víricas, que inflaman el hígado y provocan diversas enfermedades graves, entre ellas el carcinoma hepatocelular.
La hepatitis puede ser una infección aguda (a corto plazo) o una infección crónica (a largo plazo). Algunos tipos de hepatitis solo causan infecciones agudas. Otros pueden causar infecciones tanto agudas como crónicas.
Incidencia de esta enfermedad en la Región de las Américas (Datos de la OMS):
- Según los datos más recientes, cada año hay 10 000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B, y 23 000 muertes.
- Según las estimaciones más recientes de la OMS, en toda la Región de las Américas se producen cada año 67 000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C, y 84 000 muertes.
- Solo en 18% de las personas con hepatitis B la infección llega a diagnosticarse; de ellas, apenas 3% reciben tratamiento.
- Solo en 22% de las personas con hepatitis C crónica la infección llega a diagnosticarse; de ellas, solo 18% reciben tratamiento.
¿Qué causa la hepatitis?
Existen diferentes tipos de hepatitis, con diferentes causas:
La hepatitis viral es el tipo más común. Es causada por uno de varios tipos, los virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
La hepatitis alcohólica es causada por el consumo excesivo de alcohol.
La hepatitis tóxica puede ser causada por ciertos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos.
La hepatitis autoinmune es un tipo crónico en el que su sistema inmunitario ataca su hígado. Se desconoce la causa, pero la genética y el entorno pueden influir.
¿Cómo se transmite la hepatitis viral?
En general, la hepatitis A y la hepatitis E se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminados con las heces de una persona infectada. También puede contraer hepatitis E al comer carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos.
La hepatitis B, C y D se transmiten a través del contacto con la sangre de una persona con la enfermedad. La hepatitis B y D también se pueden propagar a través del contacto con otros fluidos corporales. Esto puede suceder de muchas maneras, como compartir agujas de drogas o tener relaciones sexuales sin protección.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?
Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas y no saben que están infectadas. Si se presentan síntomas, pueden incluir:
- Fiebre
- Fatiga
- Pérdida de apetito
- Náusea y/o vómitos
- Dolor abdominal
- Orina oscura
- Heces de color arcilla
- Dolor en las articulaciones
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
Si tiene una infección aguda, sus síntomas pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado. Si tiene una infección crónica, es posible que no tenga síntomas hasta muchos años después.
¿Se puede prevenir la hepatitis?
Hay diferentes formas de prevenir o reducir el riesgo de hepatitis, según el tipo de afección. Por ejemplo, regular el consumo de alcohol puede prevenir la hepatitis alcohólica. Existen vacunas para prevenir la hepatitis A y B. La hepatitis autoinmune no se puede prevenir.
Fuente: MedlinePlus
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